En este apartado voy a tratar unos pocos conceptos que dimos en clase, para que profundizáramos un poco más en sus términos.
La economía creativa: Es un término que seguramente está muy alejado de las prácticas cotidianas de las empresas, sobre todo de las pequeñas. La competividad neoliberalista está tan presente en la sociedad, que resulta un riesgo, a veces no asumible, el cambiar las pautas y conductas económicas. Para que una economía florezca en este nuevo posicionamiento, resulta imprescindible que la densidad creativa esté presente, pero sobre todo, que funciones dentro de "los mercados afectivos". Sí, entrar en aquellos espacios donde la afectividad forma parte de la vida diaria y no está alejada de la tolerancia.
Sociedad creativa: Sigue en el mismo juego que el anterior. Una sociedad creativa sólo existirá si existe un nivel de tolerancia y respeto hacia las sociedades más reprimidas. Richard Florida, dice bien claro " los lugares en los que los homosexuales, los inmigrantes y los bohemios se sientan como en casa serán los espacios más propicios a la creatividad". Así de claro lo dice y es más, añade datos concretos sobre algunas ciudades como Madrid o Barcelona " Sí es posible señalar que en Madrid, el barrio de Chueca registra lo que podríamos denominar una alta densidad de gais, lesbianas y bisexuales y su nivel medio de confort no ha hecho sino aumentar. Algo parecido podría afirmarse de ciertas zonas del Ensanche barcelonés." Sigo creyendo en esas conclusiones como una herramienta básica para ir en la dirección adecuada para construir ciudades creativas. http://www.ojosdepapel.com/Index.aspx?article=3546
Ciudad creativa: Llegados a este punto, ya están definidas las condiciones para que una ciudad sea verdaderamente un ente creativo. las partes de las que se compone la ciudad, funcionan de forma creativa. Existe tolerancia, existe multiculturalidad expresada y validada. Existe una economía basada en la afectividad y una reputación que valida su imagen (no como funcionan hoy en día, que es al revés). Pues eso, así es como se construye una ciudad creativa: desde sus partes elementales y básicas, sus personas, su modo de vida, su economía eco- sostenible y su educación tolerante.
Una definición o mejor dicho, una aplicación de esa definición, viene dada por la ONU, que apuesta por incentivar la creación de ciudades creativas verdaderamente comprometidas. Su propósito es estimular la cooperación internacional entre las ciudades que forman la red, para conseguir de la creatividad un motor de desarrollo urbano sostenible, de integración social y de vida cultural. Me resulta atractivo ver que dividen la estructura en áreas temáticas, que son la literatura, cine, música, artesanías y arte popular, diseño, arte digital y gastronomía. El objetivo de este convenio es incentivar la colaboración entre el sector público, el privado y la sociedad civil ( a mi parecer, es muy complicado, ya que son sectores muy a menudo, enfrentados), con el fin de favorecer el desarrollo de las Industrias Creativas, promoviendo nuevas asociaciones solidarias en el mundo. Es una forma de potenciar la cualidad creativa y económica local, para promover la diversidad cultural. Otra forma de definir la Industria Cultural dentro de estas nuevas formas de entender la creatividad, es la que propone Lypovesvky "una cultura, que más allá del entretenimiento y del mercado, impulse la formación artística a través de la educación de los jóvenes". Ha dado en el clavo al utilizar el término educación; es uno de los pilares básicos para que una sociedad se construya desde los valores de tolerancia, respeto, colaboración y afectividad. Es el clima idóneo para que una economía, una empresa y una ciudad puedan prosperar. Sin educación. no existirá un camino, más que el marcado por las grandes multinacionales imperialistas ( ahora lo llaman empresas globalizadas).
Lo sostenible y lo creativo deben ir de la mano, sin entorpecerse, sin desviarse la mirada. Una ciudad creativa, al igual que ocurre con las personas, deben valorar su viabilidad, al igual que su correspondencia con la realidad. Evitando el simulacro de las cosas, eliminando los espejismos, donde el ver, crear y pensar, caminan sin obstáculos.